Inferno

Como siempre que van a estrenar una película basada en una novela, primero me surge una necesidad abrumadora de leer el libro.¿Por qué?. Porque si primero veo la película pierdo el interés por la novela, y por ello intento no ver las películas hasta que me leo los libros.

Con Dan Brown he tenido y tengo una relación de amor-odio. El código Da Vinci nunca me llegó a convencer, sin embargo ante Ángeles y Demonios caí rendida. El símbolo perdido nunca fui capaz de terminarlo. Por eso no me aventuré a leer este libro. Pensé que sería de los que no me gustan. Pero cuando vi el tráiler decidí que quería ver la película y antes que eso tenía que leer la novela.


 

En el corazón de Italia, el catedrático de simbología de Harvard Robert Langdon se ve arrastrado a un mundo terrorífico centrado en una de las obras maestras de la literatura más imperecederas y misteriosas de la historia: el Infierno de Dante.

Con este telón de fondo, Langdon se enfrenta a un adversario escalofriante y lidia con un acertijo ingenioso en un escenario de arte clásico, pasadizos secretos y ciencia futurista. Apoyándose en el oscuro poema épico de Dante, Langdon, en una carrera contrarreloj, busca respuestas y personas de confianza antes de que el mundo cambie irrevocablemente.
No me arrepiento de su lectura. De lo único de lo que me arrepiento es de no haber leído este libro tan fascinante antes. Lo primero de todo es que la temática me atrae muchísimo. Yo llevo mucho tiempo comentando con mis amigos el que, para mí, es el mayor problema de la humanidad: la superpoblación. No tenemos más que ver algún que otro documental para darnos cuenta de esto. O mejor, pasear una tarde de navidad por las calles de Madrid. Y sólo por tratar esta temática la novela me ganó.

Además, el inicio de la historia no puede ser más perfecto. Nuestro compañero de aventuras, Robert Langdon, se encuentra en un estado temporal de amnesia por lo que, al igual que le ocurre a él, no nos enteramos de nada de lo que va sucediendo, y necesitamos leer y leer más para enterarnos de qué está pasando.

Además, de verdad os lo digo, la novela me puso en una seria situación de debate moral y emocional. Por un lado, estoy en contra de la plaga, pero por otro lado, te muestran cómo está la sociedad, ves hacia donde estamos evolucionando (todo ello acompañado de gráficos reales de la OMS) y piensas que no es tan mala idea... Y simplemente por pensar eso, te sientes mala persona...

Y eso es lo que tenemos que pedir de las lecturas. Que nos hagan pensar. Que nos hagan reflexionar. Que nos hagan ver lo bueno y lo malo de todas las acciones. Que los malos tengas motivaciones (que no sea sólo, quiero acabar con la humanidad porque me apetece). Porque sí, porque el antagonista de esta novela será muy malo, intenta hacer algo horrible, pero cree en una causa, nos razonan durante las páginas por qué quiere hacer lo que va a hacer y lucha por la causa. Por una causa que él ve justa. Aunque nunca debemos olvidar que el fin no justifica los medios. Hace mucho que no leo a un malo tan organizado y creíble como el que nos propone Dan Brown. Y porque sí, la novela me ha encantado. No quiero contar más porque la estropearía, así que, venga, a leer todo el mundo.
Aliena

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